Carpeando

Marido campamenteó bocha. Creo que hasta se pasó un mes en un camping roñoso comiendo arroz, experiencia que todo adolescente que se precie debería vivir al menos una vez. Mi mayor experiencia fue durante la primaria y gran parte de la secundaria, cuando me iba de campamento al menos una vez por año. Obvio que repetimos después, pero no tan seguido o bastante menos tiempo. Podemos decir que, sin ser Scouts, estamos bastante cancheros en lo que es armar una carpa.

Este año, para irnos a la playa, compramos una carpita (más bien es un carpón) de esas para evitar la sombrilla sin caer en el balneario.
Sentados a la sombra y mirando la costa, notamos dos cosas:

1. Muy poca gente sabe armar una carpa: Todos tardan bocha, abren la carpa sin poner las estacas del piso, se les vuela, enarenan a todos, se pelean por quien tiene el parante... Señores, cómprense una infancia.
2. Es muy de macho abrir toooooodo el parante del iglú antes de pasarlo por las tiras donde hay que pasarlos. Hasta marido arrancó con esa técnica, hasta que se dio cuenta de que era más práctico ir ensamblando los segmentitos a medida que entraban en la tira. Mi teoría es que la del estiramiento inicial es una táctica para golpetear traseros tungentes en lonitas vecinas con el parante lungo...