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20.5.11

Ovillo

Hoy tuve un día choto. Llorón. Sensible.
A las 10 de la mañana llamó la hermana de mi abuela, y con una frase me desenvolvió toda la angustia que tenía guardada desde la última vez que lloré con ganas.
Me escapé corriendo de mi escritorio y me encerré en el baño de la oficina a tejer la angustia a todo pulmón, para exorcisarme, para sacarme esa sensación de una aguja número 8 (son de las gruesas) me atravesaba el esternón.
Me hice una bufanda de pena, y con los ojos rojos me volví a mi escritorio... Y entonces llegó la idea: Llamar a Jose. Y disqué.
Hablé con el único hermano de mamá por primera vez en varios meses. Lo escuché cansado, padre y tranquilo. Lo primero que me dijo cuando lo saludé fue:
"Tenés la voz distinta. Familiar, pero distinta...
No sé si me entendés"...
Y ahí me acordé.
Siempre tuve la voz parecida a la de mamá. No sé en qué momento me lo olvidé, pero creo que necesitaba acordarme.
Le contesté que si, que entendía.
Y le dije que lo voy a visitar pronto.

2 comentarios:

Srta Bennet dijo...

Doy fe. Mas de una vez me atendio tu madre y yo le dije ¿Ceci?

Beso grande, hoy estoy que no dormire.

:´(

¨ce_ dijo...

Yo no dormí anoche, amiga.
Abrazo enorme, amiga.
Estoy.