Me gusta tomar mate.
Tomo casi todos los días en la oficina, y adoro el mate amargo y caliente.
Además, no tomo jugos, ni gaseosas, ni soda, ni nada; y considerando mi veda de alcohol, I'm stuck with water.
La cuestión es que como bebedora de agua, tengo un olfato muy choto para detectar residuos de jugo en cualquier recipiente. Si me invitás a tu casa y me das de tomar agua fresca que se guardó en la heladera en una ex botella juguera, la próxima te voy a pedir natural. De la canilla. Solita, sisi.
Porque se siente. Te juro que se siente, mal.
Hace unos días que empezaron con la moda de tomar tereré en la oficina. Con juguito instantáneo. Y no se les ocurrió mejor idea que usar mi mate y mi termo.
Mi termo ahora destila olor a jugo caliente, y mi mate en lugar de darme esos deliciosos verdes amargos, me da una bazofia lejanamente azucarada con un hint de maracuyá.
Mi reacción fue berrear un buen rato, cebarme unos mates rogando que el sabor se filtrara y armar esto:
Lo sé.
Soy una neura de merd.
6 comentarios:
Te entiendo, porque te conozco.
Ja! en el laburo por suerte no tomaron terere en mi mate habia uno especial para eso.
Yo deberia dejar las gaseosas urgente.
Pero caigo en la baja presion y puff coca de una ja.
Besos
Igual soy una golfa :P
Te re banco.
Gracias! xD
Tranquilamente podrías haber empezado a patalear al grito de "estas son MIS cosas".
Posta.
Al final confesó Nat. Y despegué los papelitos escandalosos porque la quiero :P
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