Corí un 10k este domingo. Bueno, “Corrí” es más bien una expresión de deseo, porque debo haber corrido los primeros 3 o 4… Y después corrí y caminé de a tramitos hasta los 8k, donde tiré la chancleta y me dediqué a caminar como cualquier ser humano normal. No fui de las últimas, pero no estuve ni cerca de los primeros. Tardé una hora y cuarto en terminar la ruta, y cada metro recorrido me duele hoy en todo el cuerpo.
Estoy orgullosa de mi por haberlo terminado, que en un punto era mi única meta.
Dicen que es adictivo…
I’ll keep you posted.
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