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29.8.14

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Hija ya tiene nueve meses.
Casi el mismo tiempo que tardó en armarse.
18 meses desde mi vida anterior a esta.
Y yo estoy bien, rearmándome después de esta realidad arrolladora que es un hijo.
Para muchas, un hijo es la realización de un sueño. Para mi también, pero es mucho más que eso. Mi hija es un hito en mi vida. Me hace dar cuenta del paso del tiempo, de la finitud de la vida, de que somos un fenómeno temporal. Mi hija es un constante recordatorio de que el tiempo pasa, and I'm not getting any younger.

Veo las vidas de mis amigas sin hijos y me parece que están igual que cuando terminamos el secundario: Jóvenes, hermosas, despreocupadas... Y mientras tanto, yo me angustio porque voy a dejar de existir. Porque Hija va a dejar de existir. Porque en algún punto, todos nos vamos de gira.

Federico dice que es normal que me haga estos planteos, porque ahora soy "responsable" de un otro que depende de mi. Que no es depresión post-parto. Y que sí, que me voy a morir. Y que todo, para poder disfrutarlo, tiene que terminar en algún punto. Desde andar en bicicleta hasta coger.
"Esto no se arregla con un abrazo. Esto, la Muerte, no va a dejar de pasar. Sé que con esto no estoy ayudando tu homeostasis, pero está bueno no olvidarse. Está bueno darse cuenta de que todo termina, porque así el tiempo vale más. Es la diferencia entre los Despiertos y los Dormidos".

Después de esa sesión, me sentí mejor. Volví a reírme un poco, volví a leer, volví a hacer.
Al día siguiente, me regalaron esta fortune cookie.


El Tao se manifiesta de maneras misteriosas. O claras. O algo así.

3.2.14

El amor después del amor

Es cierto.
Todo eso que te cuentan sobre lo que te pasa cuando tenés un hijo es cierto.
Que dormir nunca más es igual.
Que te cambian la vida.
Que te enamoran antes de que te des cuenta de que está pasando.
Es todo cierto.

Escribo con Hija acostada sobre mis muslos, como una ranita de piernas y brazos abiertos, relajados, como mi vieja me contó que me dormía a mi. Y ya empecé a repasar las cosas que no quiero hacer con ella, los errores que no quiero cometer. Que quiero dejarla equivocarse con las cosas simples para que no le tenga miedo a intentar. Y no dejarla ganar siempre para que no se frustre tanto cada vez que algo no sale como ella quiere. Hasta que quiero vestirla de merengue esponjoso pese a que detesto las cosas muy "de nena", para que por hacerme la contra no se convierta en una minita Sarah Key.
Quiero ser mejor para ella, y espero poder verla crecer muchos, muchísimos años. Y me llena de miedo pensar que le pueda pasar algo malo... Porque cuando te pasó algo feo, el miedo a que te vuelva a pasar no se diluye tan fácil.

Y pasan los días y me pregunto cómo voy a volver a mi vida...
Ya antes de que naciera me hacía esa pregunta, pero porque pensaba que la niña me iba a "sacar" mucho tiempo. Hoy la pregunta es distinta...
¿Cómo hago para volver a mi vida sin perderme nada de la vida de ella?
Soy su fan de la primera hora.
Y si me conquistó con apenas una sonrisa, no quiero ni pensar qué voy a sentir cuando me diga mamá.

15.12.13

Mother is the first other

Casi cuatro años y una hija me llevó borrar el contacto de mamá de mis cuentas. Lo acabo de hacer, y me largué a llorar en cuanto guardé los cambios.
Es raro cómo funcionan las cosas, como funciona uno.
Tuvo que venir a casa la hermana de mi abuela para preguntar en voz alta "¿Qué haría Rosa si estuviera acá? ¿Y Mary?". Preguntas que nos hacemos en silencio mi viejo y yo. Como seguro se pregunta Marido sobre su mamá.
Las abuelas de Hija van a ser abuelas del corazón. Va a conocer a las mamás de sus papás cuando le contemos de Ana y María. Cuando las vea en las fotos... Pero para eso falta.

Rompí bolsa la madrugada del martes, y no fue como en las películas. Con calma y haciendo chistes salimos para la clínica con Marido y Padre. Llegamos, ingresamos por la guardia y nos llevaron a una habitación. Me pusieron una vía, me dieron antibióticos y a esperar.

Tuve dos horas de trabajo de parto, y los últimos 30 o 40 minutos fueron post-peridural. Un chiste para una primeriza. Seis pujos más tarde, nos vimos por primera vez.
Hija llegó el 26 de noviembre a las 12 del mediodía. Llegó al mundo gritando y pintada de lila: A mis ojos de gorda parecía la vaca de Milka. Una vaca chiquita, lila y gritona. Se la llevaron con el padre para limpiarla, medirla, pesarla, pincharla y todas esas cosas que nos hacen cuando recién nacemos. Cuando la volví a ver ya estaba vestida, y ya no estaba lila. Y me pareció linda, pese a que estaba toda hinchada como un salchichón.

Hija duerme ahora a un metro de donde escribo, y todo es raro, nuevo. Nos estamos conociendo, y no puedo decir que sea fácil; es como jugar al dígalo con mímica con un asiático temperamental que no habla español... Pero cada tanto, cuando ella duerme y nosotros tratamos de seguir con nuestras vidas, nos miramos y repetimos "Tenemos una hija", como si nos faltara evidencia. Como si no lo pudiéramos creer.
Y nos pasa un poco eso.


7.11.13

Brace yourselves

The kid is coming.
La fecha es el 24, pero con estas cosas nobody knows for sure.
Fueron unos meses largos, cansadores.
Me siento una bola, estoy ansiosa, no doy más.
Y tengo que rendir dos parciales, este lunes y el que viene, y no sé si llego, porque no doy más.
No quiero más. No quiero estudiar, no quiero pensar, no quiero nada.
Creo que lo único que me entusiasma últimamente es qué voy a comer después, y ni eso puedo hacer sin culpa porque no quiero terminar esta historieta como un elefante.
Por suerte la historieta viene muy de manual... Y menos mal, porque si no hubiera sido así, quedarnos sin obstetra a los 6 meses de embarazo hubiera sido una desgracia. Por todo ese tema recién hoy estamos terminando el curso de preparto, que ayuda mucho a bajar la ansiedad... Pero yo siempre tuve issues para manejar la ansiedad, así que medio como que no me alcanza.
No es fácil esto, que se yo.
Y te estoy contando sólo la mitad.
Esperemos que la pitufina me enamore en cuanto nos presenten.
 Whenever that might be.

8.8.13

Gregoria S.

¿Viste cuando querés mucho, pero mucho, muchísimo algo?
¿Viste que ese algo es perfecto, brillante, redondo?
Es un sueño hecho realidad.
Es TODO.

Ese algo perfecto es, justamente, la mayor trampa.
Porque no existen las cosas perfectas.
Porque la vida y el tiempo. Porque la neurosis.
Y así, atrapados en el círculo del deseo que aspira a ideales que están lejos de la realidad, tratamos de llevar la cosa. Y nos enojamos porque no todo sale. Y rabiamos porque dejamos de encontrarnos. Y nos perdemos a nosotros mismos. Y nos dejamos de reconocer como individuos y nos transformamos en un conjunto de problemáticas nuevas que no sabemos manejar. Que no podemos manejar. Y somos un puñado de huellas raras al viento, y esa estúpida sensación de control que tan seguros nos traía se va corriendo, muerta de risa, atrás de un globo rojo que flota hacia el infinito.

Este proceso kafkiano me está costando bastante. Pago el precio porque apuesto a nuestro proyecto de familia, pero el futuro inmediato no me llena de ilusión. Nunca fui una Susanita. No me siento poderosa blandiendo mi abdomen como si fuera la espada de Grayskull. Nunca fui una mina maternal, y me da la sensación de que nací sin la glándula del instinto "ídem".

Nunca en la vida me había sentido tan vulnerable como en estos últimos meses.
Y me cuesta.
Me cuesta bancarme no ser yo. No aguantar. No poder. Me cuesta tener que dejar que otros se ocupen. Me duele no poder seguir con mi ritmo de vida y tener que pausar o apurar todos mis planes...
Y al mismo tiempo, agradezco no sentirme tan mal como otras. Y celebro cada patadita que este proyecto de persona me propina, porque son señales de que todo marcha bien. Y me alucina la magia y sabiduría del cuerpo, porque vamos, que si esto no es magia no sé qué lo es...
Pero hay días en que la angustia de no poder hacer algunas cosas es más grande que la ilusión de estar pudiendo hacer otras.

Fede dice que es normal. Que no existe eso del "instinto" maternal. Que el hijo hace a los padres, y que después los padres hacen al hijo.
Mientras tanto, afuera, la ciudad duerme...
Y yo cierro los ojos esperando que Freud tenga razón.

26.6.13

Paciencia

Tengo un inquilino que no paga alquiler.
Ya puedo sentir que se mueve, pero es demasiado sutil como para poder compartirlo: lo siento sólo yo.
Es muy raro todo, coso.
Y la magia de los blogs hace que uno pueda ver exactamente cómo y dónde estaba cuando todo esto extraño que me está pasando empezó a ser...
Cosa de Mandinga.
Evidentemente, mi cuerpo la tiene muchísimo más clara que yo. Esperó a que estuviera bien, pero bien de veras, para darle vía libre a toda esta locura.
Locura.
Mimos en el vientre desde dentro.
Ser otra de repente.
Incomodidad, extrañeza y delirio... Pero todo con una sonrisa idiota en los labios y un optimismo hijo de la experiencia, cautelosamente pegado a lo real.
¡Y tengo un susto!
Sustazo.
Miedo que no se va, pero que no detiene.

Espero conocerte, inquilino/a.
Ojalá nos veamos a los ojos.
Ojalá pueda verte crecer por muchos años.
Ojalá tengamos todo el tiempo del mundo para entendernos, pelearnos, reconciliarnos y amarnos como sólo vos y yo vamos a poder.
Ojalá.
Acá te espero.
Y no estoy sola.

14.5.13

2

Hoy soy continente.
Un océano.
Un reino.
Soy un todo completo.
Un pedacito de cielo.
Una sensación.
Hoy soy emoción y sueños.
Una idea.
Una llama encendida.
Hoy soy un continente.
Un continente con dos habitantes.

13.4.13

Carta a María

¡Hola Mume!
¿Cómo estás, tanto tiempo?
Hace mucho que no te hablo, que no te escribo, que no te pregunto cosas.
Te escribo para contarte que estamos bien. La casa está grande y respira luz y cambios. Hoy nos terminaron de arreglar el techo, así que con un poco de viento a favor, ya no vamos a tener más filtraciones.
El resto de la casa casi, casi que ya está. Nos falta pintar, nos faltan algunos muebles, pero lentamente va tomando forma. Invitamos a amigos. La estamos viviendo y se siente bien.
¿Te acordás del cuarto que iba a ser mío cuando terminaran la casa?
Te escribo desde ahí. Entra una luz enorme desde el balcón, y nos sentamos a soñar tomando té preparado en un termo, como me enseñaron en París.
El fondo está un poco desatendido, porque nadie en casa tiene los dedos verdes de la abuela. Papá se ocupa de cortar el pasto cada tanto, y con eso vamos tirando... Seguro en algún momento le vamos a dar más amor al parque, pero recién estamos anidando en la casa. Hay tiempo para salir a explorar el pasto, las plantas y las macetas que hacía el abuelo.
Papá está bien. Ya no está solo y lo vemos feliz. Se volvió a enamorar, y ella resultó ser sencilla y amorosa. Pensamos que nadie más que vos podía aguantar a ese hombre, pero por suerte nos equivocamos.
No te confundas, mu. Que no te nombremos tanto como antes, que no te lloremos en soledad no significa que no te extrañemos horrores, que no te sigamos amando. Pasa que la vida sigue, y por suerte nosotros seguimos viviendo...
Siempre pensé que nos íbamos a tener por más tiempo.
¿No nos pasa a todos?
La vida es eso.
Uno planea, se organiza, fantasea... Y después la vida se encarga de cambiar cada plan, cada pauta, cada pilar en el que parecía apoyarse.
Ahora le doy la bienvenida a los cambios con los brazos abiertos.
Y si, me asusto. Mucho me asusto.
Pero con cada cambio uno aprende, se vuelve más sabio, se vuelve más tolerante, entiende más y mejor.
Hay mucho cambio en casa.
Por eso te escribo, para contarte que estamos bien...
Que la casa está grande, y respira luz.
Y cambios.

16.2.13

Corazón

Estoy bien.
Es extraño.
Creo que soy feliz.
Y es muy raro, coso. Raro lindo, como cuando uno recién se despierta.
Me hubiera encantado saber en diciembre de 2009 que en algún momento iba a poder llegar a esto. Que iba a poder volver. Volver a reírme más. A poder ver una peli triste sin sufrir tanto. A disfrutar. Saber que realmente todo iba a dejar de doler.
Y no, esto no es olvidarse... No está ni cerca.
Ella está presente en todo, es parte de mi escencia, y las marcas no se van.
Quedan en el cuerpo... y en la mente. Y no se deja de extrañar ni de añorar, ni de querer sus besos y abrazos. Esa gran ausencia, ese hueco inmenso sigue ahí, como siempre...

Pero la vida es eso.
Shit happens, somebody dies, you keep walking.
That's life.
You just keep walking.

Seguir y aceptarse a uno mismo. Aceptar la propia esencia, la impronta de nuestro espíritu.
Saber qué somos, y dejar que todo eso salga y nos recubra como un baño de chocolate. Como el dorado a la hoja de nuestra personalidad sobre la cáscara tosca que son nuestros cuerpos.
Me siento bien.
Por primera vez en la vida me sé linda.
Amo.
Existo.
Me busco...
Y cuando me encuentre...
Cuando me encuentre...


"Esa madera necesita un corazón
que la humedezca"

21.1.13

Amor melómano

Cuando vos le pasabas un arreglo a alguien, al próximo ensayo la gente le había cambiado cosas. "Mirá, y si le ponemos este acorde acá?". Era un juego. Vos dabas, y el resto te respondía. "Saqué esta melo para ponerla acá, antes del estribo". Así se mostraba el cariño.
Amar es dar.
Brindarse.
Exponerse.
La música es amor.