Páginas

30.5.12

Internauta

En cualquier momento, tengo página web propia de mi misma.
Ah, y me encontré un botón, que seguro va a ir creciendo.
Me falta abrir un perfil en Sound Cloud para ser virtual al 100%...

22.5.12

Home

Abrir las puertas de casa es hermoso, y me había olvidado cuánto.
La casa parece casa, parece hogar, parece nuestra. Es otra forma de reclamar el espacio perdido. Ese espacio cedido, prestado, embalado, escondido.
Me acuerdo de cuando esta misma casa recibía sin temblar a unas treinta personas. Cenas de fin de año, cumpleaños, fiestas... Era una casa abierta, el punto de reunión para todos... Pero el tiempo pasó. La familia creció y crecimos nosotros. Los viejos patriarcas desaparecieron, y sin ellos se notaba que en realidad, entre parientes no nos queríamos tanto.
Y después yo me fui. Viví en otras casas, con otra gente, con visitas menos numerosas pero más frecuentes. Y las razones para reunirse eran otras... y las excusas para no hacerlo también.
Todavía no me acuerdo para qué sirve una casa grande. O tal vez me estoy acordando ahora.
Creo que extraño cuando todo era menos virtual.
Quiero que volvamos a juntarnos de a miles en el fondo de casa. Y entrar porque se hizo de noche, y pelearnos por quien se apoya contra la estufa. Y batir diez cafés en una taza grande, para hacer más rápido.
Ya no estoy segura de cómo se disfruta una casa tan grande, pero está clarísimo que para mi tiene algo que ver con llenarla de amigos, de afectos, de nuevos recuerdos.
Abrir las puertas de casa es hermoso, y ya me estoy acordando cuánto.

8.5.12

Fusible

Viajo en el 37, pensando en todas las cosas que quiero hacer; en todas las cosas que voy a hacer hoy antes de irme a acostar. Y pensó en las cenas pendientes, en las clases que empiezo, en las que dejé, en esa sensación de "breaking up" con ese instructor que me hace sentir so fucking retarded. Los cuadros que tengo que terminar, que dar de baja Flickr, que crearme un perfil más acá, que terminar la web para poder subirla, que abrazar a JC que volvió del tuning y está que explota. Y suena First World al taco en mis orejas, Ian Brown catapultado a mis tímpanos como una antorcha sonora que me quema el bocho, pero que de tan fuerte me corta la respiración.
So putamente hot.
Pongo mute al acting a puro pulso lunar, y aplaco el hierro ardiendo de mi cuerpo con mil acciones medidas, orientadas, programadas; porque sé, a ciencia cierta, que si me dejo llevar por el beat... no hay forma de matar a este Fenix.