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4.10.12

Cierren todo

Durante la madrugada del martes, internaron a mi viejo.
Estoy cansada. No quiero más.
Quisiera recuperar mi vida y mis ganas, pero estas semanas que pasaron siento como si un tren me pasara por encima una, y otra, y otra vez.
Estoy cansada como si hubiera corrido mil maratones... Y no quiero correr más.
Padre está bien, con ganas de volver a subirse a la moto y comerse un asado.
Fue una operación simple, pero como no nos sabían decir cuándo lo operaban, nos pasamos dos días comiéndonos los codos, ansiosos, nerviosos, durmiendo sentados, hechos sopa.
No quiero comer más delivery.
Sólo quiero dormir.
Dormir tres días enteros.
En pleno viaje de anestesia, Padre me pregunta por mis proyectos, "¿Y la muestra que ibas a hacer?"...
Pero estoy cansada.
Sólo quiero dormir.
Dormir tres días enteros.
Creo que estoy triste. Y cansada. Y triste. Y siento que no hay derecho. Y muy por lo bajo me pregunto y repregunto: ¿Por qué?
Y la respuesta es simple:
¿Por qué no?

2 comentarios:

Srta Bennet dijo...

Aplausos.
A padre le podes decir "La muestra la voy a hacer después de dormir unos cuantos días seguidos".
Aplausos por ese Por que no?.

Yo te espero. Siempre.

Besos amiga!

¨ce_ dijo...

Fue un día medio bajón.
Por suerte, esos también se terminan.